¡REGRESARÁ!
¡REGRESARÁ!
«Porque como un relámpago que se ve brillar de oriente a occidente, así será cuando regrese el Hijo del Hombre. Entonces se verá en el cielo la señal del Hijo del hombre, y llenos de terror todos los pueblos del mundo llorarán, y verán al Hijo del hombre que viene en las nubes del cielo con gran poder y gloria» (Mt 24:27, 30 DHH).
Comenzaré esta reflexión respondiendo a la pregunta: ¿cuándo ocurrirá la parusía? Según Mateo 24, nadie sabe el día ni la hora de tan glorioso acontecimiento, excepto el Padre que está en los cielos. Surge otra pregunta: ¿qué señales habrá de la segunda venida de Cristo? Pues bien, se levantarán muchos falsos profetas y falsos mesías realizando milagros, se oirán de guerras y rumores de guerra, habrá hambre y terremotos en muchos lugares, y los discípulos del Mesías serán ferozmente perseguidos en todo el mundo, mientras se predica la buena noticia del reino a todas las naciones.
Otra señal inequívoca de la segunda venida será que el Anticristo entrará al Lugar Santísimo, se sentará en el trono de Dios y se hará adorar como tal. Este será el momento culminante en el que muchos huirán despavoridos para salvar sus vidas. El Anticristo desatará una angustia inimaginable sobre el pueblo de Israel, una persecución sin precedentes, asesinándolos con tal brutalidad que, de no acortarse los días, nadie sobreviviría. Todos lamentarán haber rechazado a Cristo y haber creído en el Anticristo.
Ahora bien, concentrémonos en otra pregunta: ¿cómo será ese advenimiento? El evangelio afirma que Jesús aparecerá en las nubes con gran poder y gloria, y todo ojo humano lo verá en el cielo, como un relámpago que ilumina el oriente y se muestra en el occidente. Los buitres de todo el planeta se reunirán en el valle de Jezreel para devorar los cuerpos caídos en la batalla de Armagedón. Entonces, los ángeles tocarán la trompeta y reunirán a todos los redimidos desde los extremos más lejanos de la tierra para recibir a Jesús de Nazaret, Rey de reyes y Señor de señores, quien inaugurará la era mesiánica.
Finalmente, ¿quiénes llorarán cuando Jesús regrese a este mundo? Sin duda, aquellos que no lo reconocieron como Señor y Salvador de sus vidas. Estos serán llevados a un lugar donde habrá llanto y rechinar de dientes. Y tú, ¿estás preparado para recibir con alegría a Jesús? ¿Tus pecados han sido lavados en la sangre del Cordero? ¿Tu nombre ya está inscrito en el Libro de la Vida? Recuerda, hoy es el día de salvación; mañana puede ser demasiado tarde.
—Carlos Humberto Suárez Filtrín
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