¡POBRES DIABLOS!

¡POBRES DIABLOS!

«Y, cuando los que estaban poseídos por espíritus malignos lo veían, los espíritus los arrojaban al suelo frente a él y gritaban: "¡Tú eres el Hijo de Dios!"» (Mr 3:11 NTV).

En el capítulo 3 del evangelio de Marcos, que estamos meditando hoy, se nos revelan varias verdades importantes sobre los demonios:

1. Son reales. Aunque no los podemos ver, están presentes en el entorno humano (v. 11a).

2. Pueden poseer a las personas, instalándose en la mente y anulando su capacidad de decisión (v. 11b).

3. Conocen a Cristo. No son ateos; saben que Jesús es el Hijo de Dios porque han visto su gloria en el cielo (v. 11c).

4. Obedecen la reprensión de Cristo. Jesús los reprendió para que no revelaran su identidad (v. 12).

5. Los apóstoles recibieron autoridad para expulsarlos de los cuerpos poseídos (v. 15).

6. Son liderados por Satanás, el príncipe de los demonios (v. 22).

7. Están organizados como un reino espiritual (v. 24).

8. Son malignos. Al poseer a una persona, la inducen a la blasfemia y a la maldad (v. 30).

La noticia prominente de hoy es que Dios envió a Jesucristo al mundo para deshacer las obras del diablo. Jesús dijo que Satanás vino para robar, matar y destruir, pero nuestro Salvador vino para dar vida plena y abundante a todos los que creen en Él. Por lo tanto, deja de ser un esclavo de Satanás y entrega tu corazón a Cristo, quien te hará verdaderamente libre y te dará felicidad plena.

—Carlos Humberto Suárez Filtrín