EL PARIENTE REDENTOR
EL PARIENTE REDENTOR
«Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lc 19:10 NVI).
Este es el versículo clave para entender el propósito y el mensaje del evangelio de Lucas. Jesús fue llamado el Hijo del Hombre, un título importante que refleja su plena asociación con la raza humana. Jesús fue el único hombre que cumplió todos los mandamientos de la ley de Dios al cien por ciento y, de esta manera, pudo ser considerado nuestro pariente redentor (en hebreo, "goel"), al igual que Booz, el pariente que en tiempos antiguos redimió a Rut, la moabita.
La humanidad ha estado perdida moral y espiritualmente desde los albores de la creación en el Edén hasta nuestros días, y jamás ha nacido alguien de entre nosotros que haya vivido sin pecado y sin mancha ante Dios, «por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios» (Ro 3:23). La humanidad no podía ser redimida por un ángel ni por ninguna otra criatura; tenía que ser un hombre como Jesús de Nazaret: «santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos» (Heb 7:26).
Así como Jesús salvó y transformó la vida de Zaqueo, el publicano de baja estatura, también quiere salvar y transformar tu vida, perdonando todos tus pecados y ofreciéndote el regalo de la vida eterna. Por lo tanto, si hoy escuchas su voz, no desprecies esta oportunidad que Dios te ofrece de creer en Jesús y abrir la puerta de tu corazón para que él habite en tu interior para siempre.
—Carlos Humberto Suárez Filtrín
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