LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE
LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE
«Mientras continuó mi visión esa noche, vi a alguien parecido a un hijo de hombre descendiendo con las nubes del cielo. Se acercó al Anciano y lo llevaron ante su presencia. Se le dio autoridad, honra y soberanía sobre todas las naciones del mundo, para que lo obedecieran los de toda raza, nación y lengua. Su gobierno es eterno, no tendrá fin. Su reino jamás será destruido» (Dn 7:13-14 NTV).
En el capítulo 7 de este libro, Dios le reveló a Daniel una visión similar al sueño de Nabucodonosor en el capítulo 2. Los reinos del mundo, desde Nabucodonosor, rey de Babilonia, hasta el Anticristo, el último emperador mundial, tendrán un final abrupto. Jesús, el Hijo del Hombre, descenderá del cielo en las nubes al final de los tiempos para liberar a su amado pueblo, Israel, de la opresión y la amenaza de la espantosa y terrible Bestia, e instaurar un reino de justicia, prosperidad y paz.
En el capítulo 7 de este libro, Dios le reveló a Daniel una visión similar al sueño de Nabucodonosor en el capítulo 2. Los reinos del mundo, desde Nabucodonosor, rey de Babilonia, hasta el Anticristo, el último emperador mundial, tendrán un final abrupto. . Jesús, el Hijo del Hombre, descenderá del cielo en las nubes al final de los tiempos para liberar a su amado pueblo, Israel, de la opresión y la amenaza de la espantosa y terrible Bestia, e instaurar un reino de justicia, prosperidad y paz. .
Como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será la parusía; todo ojo la vera. La venida del Hijo del Hombre será un evento verdaderamente espectacular, glorioso y bendito para algunos, aterrador y maldito para otros, porque no creyeron en Su Palabra. Todas las tribus de la tierra lamentarán su incredulidad y desobediencia al evangelio, y con gran pavor verán al Hijo del Hombre viniendo en las nubes, con poder y gran gloria. El gran día del juicio de Dios habrá llegado; dichosos aquellos que hayan lavado sus vestiduras en la sangre del Cordero.
Aunque nadie sabe el día ni la hora en que ocurrirá la parusía, será un acontecimiento certero. Lo predijo Daniel, lo afirmó nuestro Señor Jesucristo y lo confirmaron Sus apóstoles. Si quieres ser parte del reino del Hijo del Hombre, es necesario confesar con tu boca que Jesús es el Señor y creer con tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos. Si crees en Jesús, no serás jamás avergonzado. El coro de un himno famoso dice: «Viene otra vez, viene otra vez; día glorioso será para mí, al mundo viene otra vez». Amén.
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