Youtube

LUZ A LAS NACIONES

LUZ A LAS NACIONES

«Él dice: “Harás algo más que devolverme al pueblo de Israel. Yo te haré luz para los gentiles, y llevarás mi salvación a los confines de la tierra» (Is 49:6 NTV).

En esta sección del libro, el profeta Isaías se refiere a la misión del Siervo del Señor. Pero ¿quién es este Siervo del Señor? Algunos dirán que es el mismo profeta Isaías; otros, que es el pueblo de Israel; y algunos creerán que se refiere a un personaje desconocido. Sin embargo, muchos intérpretes del Antiguo Testamento están convencidos de que esta profecía se refiere a la persona más maravillosa que ha pisado este planeta: Su majestad real, Jesús de Nazaret.

Veamos en detalle. En la encarnación del Verbo, el Padre encomendó al Hijo con estas palabras: «Id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel» (Mt 10,6). Por lo tanto, el ministerio de Jesús estaba enfocado en hacer volver el corazón del pueblo a Dios, en cumplimiento de la palabra que habló el profeta Isaías unos setecientos años antes. Recordemos que en el día de Pentecostés había ciento veinte discípulos en el aposento alto, un número no muy grande, pero luego se añadieron como tres mil, y unos días después se sumaron otros cinco mil a la iglesia de Jesucristo. La misión del Siervo del Señor se había cumplido.

Jesús, el Siervo del Señor, escogió discípulos de la «Galilea de los gentiles» (Mt 4:15) y, con el Espíritu Santo sobre él, «fue luz para revelación a los gentiles» (Lc 2:32). Pablo y Bernabé, en el glorioso derramamiento de la gracia de Dios sobre los gentiles de Antioquía, hablando con denuedo, les dijeron: «Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra» (Hch 13:47). Los discípulos fueron iluminados por la luz de Jesús, con el propósito de guiar a los gentiles que andaban en sendas oscuras.

Y ese precioso evangelio de salvación fue anunciado a los cuatro puntos cardinales, y millones de gentiles hemos sido salvos por la gracia de Dios manifestada en Jesucristo. La Gran Comisión de Jesús a sus discípulos es el único pasaje que se repite en cada uno de los cuatro evangelios y en el libro de los Hechos. Y, a propósito de la Gran Comisión, Hudson Taylor, el famoso misionero inglés en el interior de China, dijo: «La Gran Comisión no es una opción para ser considerada, sino un mandamiento para ser obedecido». Ahora podemos entender claramente la razón por la que Jesús siempre hacía lo que agrada al Padre: ¡obedecía fielmente a su llamado!

—Carlos Humberto Suárez Filtrín

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.