LOS PIES MÁS HERMOSOS

LOS PIES MÁS HERMOSOS

«¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que trae buenas noticias, buenas noticias de paz y de salvación, las noticias de que el Dios de Israel reina!» (Is 52:7 NTV).

Cuando leí este precioso versículo de Isaías, no pude evitar recordar a mi hermano Anastasio Flores, un obrero del Señor, fiel a su llamado y apasionado por llevar las buenas noticias del reino. Anastasio visitó casa por casa unas cien comunidades en el altiplano boliviano durante un lapso de cinco años, evangelizando adultos, jóvenes y niños, distribuyendo folletos evangelísticos, regalando biblias, orando por los enfermos y levantando a los caídos. Aunque sus pies estaban curtidos por el polvo del camino y usaba unas simples abarcas, según el profeta que leímos, sus pies fueron muy hermosos.

Isaías fue ese mensajero que llevó a Israel y a Judá las buenas noticias de paz y salvación, así como las buenas noticias de fe y esperanza de que el Dios de Israel reina. Dios escogió a Israel para sí mismo, y a pesar de su indiferencia y rebeldía, lo ama con amor eterno y lo protege con su diestra de poder. Permitió que los asirios asolaran el norte y los babilonios el sur, pero sus maravillosos planes para el futuro son de prosperidad, victoria y paz. Dios reunirá nuevamente a su pueblo en la tierra que dio a sus antepasados como herencia, un descendiente de David se sentará en su trono y reinará eternamente, y todas las naciones de la tierra conocerán a Dios y declararán su grandeza en Sion.

El apóstol Pablo cita al profeta Isaías en Romanos 10:15, enfatizando la importancia de que la iglesia envíe predicadores del evangelio a los confines de la tierra. Al respecto, el famoso ministro presbiteriano Richard Halverson, quien se desempeñó como capellán del Senado de los Estados Unidos, dijo: «El evangelismo nunca pareció ser un “problema” en el Nuevo Testamento. Es decir, no se encuentra a los apóstoles urgidos, exhortados, reprendidos, planificando y organizando programas evangelísticos. ¡El evangelismo sucedía! Emanaba naturalmente de la comunidad de creyentes como la luz emana del sol; era automático, espontáneo, continuo y contagioso».

No todos los creyentes han sido llamados a ser predicadores de púlpito, pero todos hemos sido encomendados a ser «testigos» de Cristo: en el hogar, la oficina, el mercado, las redes sociales y la calle. Dar un testimonio completo e intencional de la vida, muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo no es una opción. El Espíritu Santo es el guía de la evangelización, quien convence al incrédulo para que se arrepienta de sus pecados, ponga su fe y confianza en Jesucristo y le confiese verbalmente como su Señor y Salvador personal. «Cada nueva generación debe ser evangelizada: Dios no tiene nietos» (Patrick Johnstone).

—Carlos Humberto Suárez Filtrín