SABIO E INTELIGENTE
SABIO E INTELIGENTE
«Y dijo Dios a los hombres: “Servir fielmente al Señor: eso es sabiduría; apartarse del mal: eso es inteligencia”» (Job 28:28 DHH).
La «sabiduría» y la «inteligencia» son términos muy fáciles de pronunciar en español, pero son virtudes difíciles de adquirir y de poner en práctica en la vida cotidiana. La sabiduría y la inteligencia no se pueden comprar ni deben canjearse. Job exalta estas cualidades de carácter, comparándolas con la valía del oro fino y las piedras preciosas. Job entendió que la sabiduría y la inteligencia no son características innatas del ser humano, sino que se adquieren mediante una relación personal e íntima con Dios, quien es la fuente principal de todo don perfecto.
Entonces, ¿en qué consiste ser sabio? El versículo de hoy nos dice que ser sabio consiste en «servir al Señor fielmente». Creer que Él existe y que es digno de nuestra reverencia y adoración. Que nos ha dado dones y talentos extraordinarios para ponerlos al servicio del avance de su reino en la tierra. Que no somos dueños de nada, sino administradores de todo lo que somos, sabemos y poseemos. Que nuestra vida en esta tierra es pasajera y que todo lo que pensamos, decimos y hacemos tiene repercusiones eternas.
¿Y qué podríamos decir acerca de la inteligencia? El versículo de hoy nos aclara que la inteligencia consiste en apartarse del mal. Así que, más que ser inteligente, se actúa con inteligencia. Una persona puede tener un gran potencial de inteligencia para las matemáticas, las artes, los deportes, la política y los negocios, pero ser un «tonto» a la hora de tomar decisiones en su vida privada. Por ejemplo, observe la promesa que hizo Job en medio de la crisis, en la cual demuestra su gran inteligencia: «Mientras viva, mientras Dios me dé aliento, mis labios no pronunciarán maldad y mi lengua no hablará mentiras» (Job 27:3-4 NTV).
De manera que servir fielmente al Señor y apartarse del mal son las decisiones más sabias e inteligentes que podemos tomar en la vida. Servirse a uno mismo es vanidad y practicar la maldad es veneno para la felicidad. Nosotros decidimos diariamente actuar como sabios e inteligentes, o como insensatos e ignorantes. Job no tuvo el privilegio y la dicha de tener una Biblia en sus manos como la tenemos nosotros. Pero tener una Biblia en casa no es suficiente; hay que leer sus bellas historias con regularidad, meditar en Jesucristo con profundidad y obedecer sus mandamientos con fidelidad.
—Carlos Humberto Suárez Filtrín
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