UN LEGADO FUERA DE SERIE
UN LEGADO FUERA DE SERIE
«Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con buena disposición, pues el Señor escudriña todo corazón y discierne todo pensamiento. Si lo buscas, te permitirá que lo encuentres; si lo abandonas, te rechazará para siempre» (1 Cr 28:9 NVI).
El sabio Salomón escribió: «Mejor es el fin del negocio que su principio» (Ec 7:8). El gran momento en la vida del rey David había llegado; después de haber servido a su propia generación conforme al propósito de Dios, haría la transferencia ordenada del reino a su hijo Salomón. David fue un hombre exitoso en todas sus empresas porque hizo la voluntad de Dios, realizando hechos poderosos durante su extenso reinado de cuarenta años sobre Israel. Disfrutó de una larga vida, riquezas y honor.
Para ese majestuoso evento, el rey David convocó a todas las autoridades de Israel a Jerusalén: los jefes de las tribus, los comandantes, generales y capitanes del ejército, los administradores y funcionarios del palacio, y todos los guerreros valientes del reino. David les manifestó a los presentes que su anhelo era construir un templo e hizo los preparativos necesarios para ello. Sin embargo, Dios se lo impidió por haber sido un hombre de guerra y haber derramado mucha sangre. Por esa razón, delante de toda la congregación, David le pidió encarecidamente a su hijo Salomón que construyera el templo del Señor según los planos que él entregó en sus manos.
Finalmente, David dio unos consejos de oro a su amado hijo Salomón: 1) Conoce íntimamente a Dios. 2) Adóralo de todo corazón. 3) Sírvelo con una mente dispuesta. 4) Sé diligente en el trabajo de construcción del santuario. 5) No temas ni te desanimes, porque Dios estará contigo. Es muy cierto que los consejos de los padres son raudales de sabiduría que conducen a los hijos a una vida plena y fructífera. David no fue un padre perfecto, pero fue un padre real con plena autoridad moral para dar consejos.
La famosa actriz Drew Barrymore dijo una vez: «El mejor tipo de padre que puedes ser es predicar con el ejemplo». David fue un padre que predicó a sus hijos con su ejemplo. De todas las cosas magníficas (riquezas, autoridad y fama) que el rey David pudo heredar a su hijo Salomón, la fe genuina en Yahweh y la obediencia fiel a sus mandamientos fueron las mejores. ¡Fue David quien estableció el fundamento espiritual, moral y material del glorioso reino de Salomón!
—Carlos Humberto Suárez Filtrín
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