LA RUTA DE LA PERFECCIÓN
«El camino de los justos es como la primera luz del amanecer, que brilla cada vez más hasta que el día alcanza todo su esplendor» (Pr 4:18 NTV).
En los primeros versículos de este magnífico libro canónico, están claramente estipulados sus propósitos: «Enseñar sabiduría y disciplina, y ayudar a las personas a comprender la inteligencia de los sabios. Su propósito es enseñarles a vivir una vida disciplinada y exitosa, y ayudarles a hacer lo que es correcto, justo e imparcial. Estos proverbios darán inteligencia al ingenuo, conocimiento y discernimiento al joven. Que el sabio escuche estos proverbios y se haga aún más sabio. Que los que tienen entendimiento reciban dirección al estudiar el significado de estos proverbios y estas parábolas, las palabras de los sabios y sus enigmas» (Pr 1:2-6 NTV).
¿Quiénes son los ‘justos’ mencionados en el versículo que nos corresponde meditar hoy? Los ‘justos’ son aquellos que han sido justificados por la gracia de Dios, mediante la fe y el derramamiento de la sangre inocente de los animales. Nunca en la historia una persona se ha podido justificar a sí mismo delante de Dios por medio de sus obras de justicia. En la actualidad, todos los que creen en Jesús, el ‘Cordero de Dios’ que quita el pecado del mundo, son justificados por Dios, es decir, vistos como si nunca hubiesen pecado.
Comparar el curso del Sol, desde el amanecer hasta el mediodía, con la vida del justo en su paso por la historia es realmente alucinante, digna de un autor inteligentísimo y sabio. Por lo tanto, que no te quepa duda que Dios anhela que tu crecimiento sea integral, constante y exitoso, porque Él ha desplegado un sinfín de recursos de toda índole y los ha puesto a tu disposición, para que eches mano de ellos y brilles con mayor intensidad cada día.
Analogar la metáfora del Sol con la vida del discípulo, ¿es una utopía o una realidad? Afirmar que el discípulo avanza diariamente hacia la perfección no es usar la vieja táctica de la zanahoria delante del burro, es una gloriosa realidad. La palabra de YHWH es veraz y sus promesas se cumplen en todos aquellos que leen, meditan y obedecen a su ley. Somos diamantes con tachas en proceso de perfeccionamiento a la imagen de Cristo.
—Carlos Humberto Suárez Filtrín
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