¡MIRA A CRISTO!
"Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:14-15 RV60).
El pueblo de Israel pecó en contra de Dios en el desierto y Dios les envió serpientes venenosas para que los mordieran y perecieran. Pero ellos se arrepintieron y Dios le ordenó a Moisés que hiciera una serpiente de bronce y la pusiera sobre un asta, para que cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, viviera.
Un grupo de científicos ha demostrado que, a partir de la decodificación del material genético y la comparación con otros virus que están en los laboratorios de virología, el SARS-CoV-2 que causa el Covid-19 es un producto de la naturaleza y no un producto sintético creado por el hombre, como sugiere una teoría conspirativa que el SARS-CoV-2 fue creado en un laboratorio chino y esparcido como arma biológica en contra de otras potencias.
Un virus de murciélago es sólo un 96% similar al SARS-CoV-2 y no es posible completar esa distancia genética (4%) en un laboratorio. "La naturaleza encontró una mejor manera de lo que cualquier humano podría haber diseñado para crear este nuevo virus", dijo el Dr. Robert F. Garry de la Universidad de Tulane, Estados Unidos.
Es posible que así como Dios envió serpientes venenosas para morder a su pueblo e incitarlos al arrepentimiento, haya enviado al SARS-CoV-2 para avivar nuestros corazones. Y así como los israelitas fueron sanados cuando miraban con fe a la serpiente de bronce que fue levantada, así también son salvos todos aquellos que miran con fe hacia la cruz de Cristo.
—Carlos H. Suárez F.
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