LA CIUDAD QUE NUNCA DUERME
"El orgullo va delante de la destrucción, y la arrogancia antes de la caída" (Proverbios 16:18 NTV).
Nueva York, "The city that never sleeps", está dócilmente adormitada, pues se ha convertido en el epicentro del Covid-19 en los Estados Unidos. Observar los negocios cerrados, las luces apagadas y las calles de Manhattan desiertas, es un cuadro verdaderamente surrealista. Pareciera que los neoyorkinos están inmersos a la fuerza en la trama de una película de ficción, de las tantas que ha producido Hollywood y que ha elegido a Nueva York por escenario principal.
Nueva York ha sido declarada zona de desastre y lucha para que sus hospitales y morgues no se desborden. Ya se registran más 30 mil infectados en el estado, la mitad de los que hay en todo el país. "La propagación del virus va a la velocidad de un tren bala", dijo el gobernador Andrew Cuomo. Sin embargo, muchos creen que lo peor está por venir, y será el desangre económico que causará más daños que el propio virus y ha hecho que le vayan perdiendo el miedo al contagio y apoyen la decisión del presidente Trump, de reabrir la economía cuanto antes.
Aunque la ciudad de Retalhuleu en Guatemala es conocida como "La capital del mundo", los que de verdad se auto perciben como que viven en "La capital del mundo" son los habitantes de Manhattan, Nueva York. Nueva York es la ciudad más grande y más poblada de los Estados Unidos. Allí se encuentra el Centro del Comercio Mundial (WTC), la Sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el puerto marítimo más importante de la costa Este y el tercero más grande del país y allí se han de tomar algunas de las decisiones más importantes del acontecer mundial.
Nueva York tiene muchos personajes y lugares famosos: Lady Gaga, Michael Jordan y Jennifer López; la Estatua de la Libertad, Time Square y Chrysler Building, pero los neoyorkinos no son famosos de ser temerosos de Dios. El poder, los adelantos tecnológicos y las riquezas pueden hacernos creer que somos intocables, pero ahora un microorganismo llamado Covid-19 (1x10‐⁹ metros), está mostrando lo vulnerable que somos y lo mucho que necesitamos a Dios.
—Carlos H. Suárez F.
No hay comentarios
Publicar un comentario