ORGULLOSO
"Dios no soporta a los orgullosos, y una cosa es segura: no los dejará sin castigo" (Proverbios 16:5 TLA).
El pasado lunes 10 de febrero, Xi Jinping, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCH), presidente de la Comisión Militar Central y, desde el 14 de marzo de 2013, el 7° presidente de la República Popular China, apareció en público usando mascarilla y llamando "demonio" al recién nombrado Covid-19: señales de vulnerabilidad para un hombre que se cree omnipotente y espiritualidad para un hombre ateo.
Xi Jinping se declara ateo (gr. sin dios), y la posición oficial del gobierno chino es el ateísmo, pues más de la mitad de los chinos (54.5%) se declaran irreligiosos. Sin embargo, en China existen 5 religiones aprobadas por el gobierno: budismo, taoísmo, islamismo, catolicismo y el cristianismo protestante. Aunque el cristianismo ha estado por mucho tiempo en China, su legalidad ha sido intermitente.
En China existe también una iglesia clandestina, ferviente y creciente, que predica en las calles y se reúne en las casas, pero es ferozmente reprimida y perseguida, sus lugares de reuniones son intervenidos, los pastores y los creyentes son encarcelados, y hay denuncias en instancias internacionales con hechos fehacientes, que estos presos de conciencia son vejados, torturados y les son extraídos sus órganos para ser vendidos a miembros del partido gobernante.
Hu Jintao, el predecesor de Xi Jinping, debido a su trasfondo confucionista, veía con optimismo la influencia positiva de los valores cristianos en la sociedad. Pero a finales de 2017 el gobierno comunista comenzó a hostigar a las familias cristianas para que eliminaran cualquier símbolo cristianos como cruces, versículos bíblicos o cualquier otra alusión al cristianismo y la reemplazaran con fotos de Xi Jinping.
China es una dictadura comunista que viola flagrantemente los derechos humanos de los cristianos, musulmanes y opositores políticos, y Xi Jinping pretende convertirse en el "zeus" de este panteón. El Partido Comunista de China, se ha valido de varias medidas para lograr que el presidente y el partido sean vistos como “dioses”. En 2017 el Congreso Nacional del Partido Comunista de China que se celebra cada cinco años, aprobó la histórica medida de incluir la filosofía política de Xi Jinping (sinización) en la Constitución China, convirtiéndolo en el líder más poderoso e influyente después de Mao Zedong.
Para finalizar, ¿se ha preguntado por qué el Covid-19 surgió precisamente en China cuando hay más de 200 países en el mundo? Lastimosamente, ayer fue un día récord de muertes por el Covid-19: 242 muertos (1,367 en total) y 15,152 nuevos infectados (59,805 en total). Xi Jinping está actuando orgullosamente y de espaldas a Dios, pero una cosa es cierta: ¡No quedará sin castigo!
-Carlos H. Suárez F.
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