LI WENLIANG
"Pero Dios nos demostró su gran amor al enviar a Jesucristo a morir por nosotros, a pesar de que nosotros todavía éramos pecadores" (Romanos 5:8 TLA).
En una mañana fría de Pekín, en un anodino tramo urbano del río Tonghui, se podía ver a una figura solitaria escribiendo caracteres chinos en la nieve: "¡Adiós, Li Wenliang!", haciendo alusión al mártir de Wuhan.
Li Wenliang, de 34 años, esposo de una mujer que está embarazada y padre de un niño de 5 años, oftalmólogo que trabajaba en el Hospital Central de Wuhan, a finales de diciembre trató de advertir a sus compañeros médicos de los peligros de un nuevo y extraño virus que estaba afectando a los pacientes en su hospital. Estos pacientes tuvieron contacto con animales de un mercado de Wuhan, en el que se comerciaba ilegalmente con animales silvestres.
Esa minúscula pieza de material genético, que se mide en diezmilésimas de milímetro, ha dado pie a una catástrofe humanitaria y económica, ha puesto en cuarentena a ciudades enteras, ha bloqueado el transporte nacional e internacional, y ha desatado un tsunami de dolor y furia en contra del sistema político dictatorial que ignoró las señales de alarma y no actuó con rapidez ni transparencia para proteger al público.
Li Wenliang, fue citado por la policía y se vio forzado a firmar una confesión denunciando los mensajes que había publicado como "comportamiento ilegal". Li Wenliang, considerado ahora un "héroe" nacional, contrajo la enfermedad del Covid-19 y murió el pasado 7 de febrero.
El sumo sacerdote Caifás, hablando proféticamente acerca de Jesús, dijo: "No entienden que les conviene más que muera un solo hombre por el pueblo, y no que perezca toda la nación" (Juan 11:50 NVI). Porque Jesús trató de advertir a la gente de los peligros de vivir en el pecado, pues conduce a la muerte física y a la condenación eterna en el infierno ardiente. Sin embargo, los líderes religiosos en vez de arrepentirse de sus pecados y de motivar al pueblo a hacer lo mismo, tal y como lo hizo el rey, la corte y toda la ciudad de Nínive en los tiempos de Jonás, le tomaron a Jesús y le crucificaron.
Jesús fue llamado así, porque Él salvaría al pueblo de sus pecados. Y así como en medio de la oscuridad en China brilló la luz de un médico valiente, Li Weliang, también en medio de la oscuridad en el mundo surgió un amoroso Salvador, Jesús de Nazaret. Por lo tanto, ¡cree en Jesús y serás salvo!
-Carlos H. Suárez F.
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