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DESINFORMACIÓN VIRAL



"No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo" (Gálatas 1:7 NVI).

La Radio Televisión Vasca, Euskal Irrati Telebista (EITB), publicó la campaña de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en contra de la "epidemia de desinformación" respecto a la neumonía de Wuhan:

1. El virus se encuentra en el aire. FALSO. Se transmite a través de gotitas de saliva o mucosidad que expulsamos al toser o estornudar.
2. El uso de mascarillas es suficiente para no contagiarse. FALSO. Si no se acompaña de medidas de higiene las máscaras no son eficaces.
3. El contagio es más fácil si tienes mascota. FALSO. Con las mascotas siempre hay que tener cuidados básicos de higiene por muchas de las infecciones que pueden transmitir, pero no está demostrado que el coronavirus afecta más a perros y gatos que a los humanos.

Verán, el coronavirus de China no es el único que está bajo ataque de desinformación, el evangelio de salvación en Jesucristo también es agredido y pervertido por el diablo, para causar confusión en la mente de las personas de tal manera que nadie crea en Jesús como Salvador.

Una tergiversación sutil del evangelio dice: "El infierno no existe. Un Dios de amor no enviaría a nadie a ese lugar tan horrendo". Bueno, esa creencia no es tan moderna, porque los que vivieron antes del diluvio tampoco creyeron en un juicio universal hasta que se vieron con el agua al cuello. Los judíos tampoco creyeron en la destrucción de Jerusalén y del Templo hasta que se vieron en medio de las llamas.

Así que, por favor no esperes arder en las flamas del infierno para creer. La Biblia afirma que Dios es amor y es justicia. Dios hizo el infierno para la condenación de los pecadores, pero ha provisto salvación por medio del sacrificio de su Hijo Jesucristo: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).

-Carlos H. Suárez F.

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