SOCIOS DE DIOS
"Somos compañeros de trabajo al servicio de Dios, y ustedes son un sembrado y una construcción que pertenecen a Dios" (1 Corintios 3:9 DHH).
La empresa más grande en toda la tierra es el reino de Dios, y nosotros al ser sus trabajadores nos convertimos en sus socios, cuyos dividendos están reservados en los cielos "donde la polilla no destruye ni las cosas se echan a perder ni los ladrones entran a robar" (Mateo 6:20).
Ahora bien, imaginen una empresa que ostente el poderío empresarial más grande de todos los tiempos, que facture anualmente mucho más que la mayoría de los países del planeta, que produzca el 10% de todo el petróleo del orbe y que posea y controle las reservas de crudo más que cualquier otro país; pues esa compañía existe y se llama Saudí Aramco Oil Company, y ha salido a cotizar en la bolsa de Arabia Saudita.
Esta gigantesca compañía controla todos los yacimientos petrolíferos de Arabia Saudita y está valorada en 2 billones de dólares (2,000,000,000,000), y recauda unos 100 millardos de dólares de ganancias al año, ésta es una cantidad sideral, similar a las ganancias de las cinco petroleras más grandes del mundo.
El gobierno Saudí apenas vendió el 1.5% de las acciones y ésta se convirtió en la mayor oferta pública de todos los tiempos, pues se vendieron acciones por valor de 25.6 millardos de dólares. Pero, cuidado, el futuro de Aramco no está garantizado, el calentamiento global debido a la emisión de humo y la creación de nuevas fuentes de energía limpia, amenazan las cuantiosas ganancias de este coloso de la industria petrolera.
Pero, ¿te imaginas el salario que podrías obtener hoy si trabajaras en un puesto importante en Aramco? Aún más lejos todavía, ¿te imaginas la cantidad de dígitos que se escribieran en tus cheques por renta rédito de tu capital invertido en acciones de Aramco?
Sin embargo, vuelvo a repetir, la prosperidad de Aramco no es sempiterna y Aramco puede quebrar en el futuro, pero el reino de Dios avanzó, avanza y avanzará triunfante en la historia. ¿Te imaginas por un momento haber entrado en sociedad con Dios en el avance de su reino con un 0% de capital? En el reino de Dios todo es maravilloso, pues todos seremos premiados de igual manera, ya sea que hayamos servido en un ministerio famoso y multitudinario o si servimos en una pequeña aldea recóndita, lo único que importará es si fuimos fieles al propósito de Dios para nuestras vidas. Por esta razón a Pablo no le pesaba considerar todos sus logros y bienes de este mundo como basura, con tal de mantenerse firme a su llamado de predicar el evangelio y de procurar acabar su carrera con gozo.
-Carlos H. Suárez F.
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