INGENIOSO
"Lo entronizaste sobre la obra de tus manos, todo lo sometiste a su dominio" (Salmos 8:6 NVI).
Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza: espiritual, bello, volitivo, inteligente, emotivo, locuaz, moral, creador de ideas, etc. Luego Dios puso a toda la creación por estrado de sus pies, para que ejerciera dominio y señorío sobre las cosas, animales y plantas. Y para tal misión, Dios le dio al hombre la creación más excelsa de todo el Universo: el cerebro donde se halla la mente. El cerebro humano es un órgano de profundidad infinita, que ni los magníficos cuásares ni los enigmáticos púlsares se les comparan en belleza y complejidad.
Al ingeniero Martin Cooper, desde niño le revoloteaban las ideas de un teléfono de mano en su cerebro. En 1973, con la ayuda de un equipo de Motorola, parado en una calle de Nueva York, realizó su primera llamada por un teléfono celular, el cual pesaba cerca de cinco libras. Dicho celular costó el equivalente a un millón de dólares actuales. Cuarenta y cinco años después, más de la mitad de las personas en la tierra tienen un celular en sus manos casi a cambio de nada.
Gracias al ingenio del judío Martin Cooper, la telefonía celular se sitúa en el top ten de los inventos más prodigiosos y útiles para la humanidad. El celular es una minicomputadora y una oficina a la vez, una cámara fotográfica y un estudio de cine portátil, un aula virtual y un taller artístico; el número de sus aplicaciones son casi infinitos, desde enseñar a un niño a armar el cubo Rubik, hasta operar a un paciente a corazón abierto con la asistencia de otros médicos en diferentes continentes.
Así de grandioso eres como ser humano, pues Dios te coronó de gloria y honra. Por lo tanto, debes adorar y exaltar a tu Creador con tus obras, reconociendo que toda la sabiduría y las destrezas que tienes provienen de Él, y que te fueron dadas para la gloria de su nombre y para la bendición de la humanidad.
-Carlos H. Suárez
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