MALAS COMPAÑÍAS
“Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los poderosos repartirá el botín; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos y orado por los transgresores” (Isaías 53:12 RVR1995).
Me llama poderosamente la atención la frase “fue contado con los pecadores”. Otras versiones de las Escrituras traducen que el Mesías fue contado (se juntaba, caminaba) entre los “transgresores”, “malvados”, “rebeldes”, “criminales” y “perversos”. Esta calaña de personas no parecen ser un buen cortejo para el Hijo de Dios.
El Comentario Hispanoamericano explica que: “Aunque consciente de su misión singular, Jesús apareció anónimamente ‘en el desierto’: un parroquiano desconocido, de una aldea insignificante, en una provincia periférica del poderoso imperio romano. ¿Cómo sería visto hoy un predicador en tales condiciones?
En fila con los ‘pecadores’. Solidario con su pueblo, puesto en el camino de la conversión, Jesús se presenta no separado de otros, sino en la hilera de los ‘pecadores’ (2 Corintios 5:21). ¿Qué dice la práctica de Jesús a nuestra práctica separatista, del mundo y de otros hermanos en Cristo? ¿Qué significa hoy en Hispanoamérica ser ‘contado con los pecadores” en la realización de la misión de Dios?”.
Nuestros caminos por la vida están atestados de “pecadores”, pues nosotros mismos lo somos. Así que, aprendamos de Jesús a caminar “con los pecadores”, como Él se atrevió a caminar con nosotros cuando nadie más lo hizo. Los muchos pecados de las gentes no pudieron apagar su gran amor por ellos. Jesús se relacionó con ellos para atraerlos a su Padre, porque un pecador que se arrepiente conmueve el corazón del Padre, hace danzar a los ángeles y hace estremecer los cielos.
-Carlos H. Suárez
Plan de lectura de la Biblia completa en un año:
Junio 27, 2019
2 Crónicas 18-20
Hechos 7:20-41
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