SUBLIME GRACIA

“Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios” (Efesios 2:8 NTV).

En medio de una violenta tormenta, el barco de John Newton estaba a punto de naufragar. Viéndose al borde la muerte, John se acordó del Dios de quien su madre solía decirle: “Dios te ama y tiene un propósito especial para tu vida”. Se arrodilló y arrepentido profundamente pidió perdón a Dios por sus pecados. Entonces Dios lo perdonó y le cambió su vida radicalmente.

John Newton había vivido una vida disoluta y de espaldas a Dios. A los 22 años, John decidió tener su propio barco y ser mercader de esclavos. En ese barco, John causó mucha miseria y sufrimiento. Pero John abandonó el tráfico humano y se convirtió en un ministro del evangelio, pues él era un testimonio vivo de la gracia salvadora de Dios.

Animado por un amigo, John empezó a componer himnos que exaltaban el amor y la gracia de Dios, los cuales llegaron a ser de gran bendición para las iglesias hasta hoy:

Sublime gracia del Señor, que a un infeliz salvó;
fui ciego mas hoy miro yo, perdido y Él me halló.
Su gracia me enseñó a temer, mis dudas ahuyentó.
¡Oh, cuán precioso fue a mi ser, al dar mi corazón!

John anhelaba enmendar en parte el daño que causó a tantos esclavos. Un día recibió una carta de William Wilberforce, un importante oficial del país. Ambos trabajaron arduamente para cambiar las leyes del país y terminar con la esclavitud. En 1807, unos pocos meses después de la muerte de John, el gobierno británico aprobó una ley en la que ponía fin al cruel comercio de esclavos. Wilberforce continuó el trabajo y en 1825 todos los esclavos en Inglaterra habían sido puestos en libertad.

Si descomponemos químicamente a un ser humano, éste vale aproximadamente 5 dólares americanos. Pero para Jesús, el ser humano lo vale todo, pues no escatimó dar su propia vida en rescate por la de todos los hombres. Jesús ama al negro y también al negrero, él no quiere que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Y tú, ¿has hallado en Cristo a tu buen Salvador? ¿Eres salvo por la sangre de Jesús? 

-Carlos H. Suárez

Plan de lectura de la Biblia completa en un año:

Abril 19, 2019
1 Samuel 5-7
Lucas 15:11-32