RÍO AMAZONAS
"No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal" (Romanos 12:21)
El río Amazonas es un río-mar de agua dulce con un volumen de 300 mil metros cúbicos por segundo, razón por la cual es considerado el más largo y caudaloso del mundo. En sus orillas hay pantanos, ciénagas y canales que forman redes laberínticas. Desde su nacimiento en la quebrada Apacheta, en las faldas del Nevado Quehuisha, en el departamento de Arequipa (Perú), a 5 mil 597 metros de altitud, hasta su desembocadura en el Océano Atlántico, tras recorrer Perú y Brasil, alcanza una longitud de 7 mil 62 kilómetros.
El río Amazonas tiene un ancho promedio de 4 kilómetros y la distancia de las bocas del Amazonas en el Atlántico es de unos 100 kilómetros aproximadamente. Recibe las aguas de más de mil 100 ríos afluentes y abarca la mayor cuenca hidrográfica del planeta con 7 millones 50 mil kms cuadrados.
Ahora bien, vivimos una época donde el cinismo se ha vuelto un estilo de vida. La batalla ética y moral que estamos librando es ineludible y tenaz. Existe una presión, a veces irresistible, para hacernos creer que la honradez y la decencia son valores de antaño, imposibles de ser practicados en la actualidad.
Parece que las estructuras del mundo favorecen a los tramposos. Y este comportamiento se observa en todas las áreas de la vida social: en el noviazgo, en el matrimonio, en los negocios, en el trabajo y, lastimosamente, en la iglesia también. Desde las altas esferas del gobierno hasta los cotidianos avatares del vecindario, parece que todo el sistema moral está enfermo. Y cualquiera se pregunta, ¿será que vale la pena ser honesto y veraz? Claro que sí, y por eso empecé hablando del majestuoso río Amazonas.
El río Amazonas no nace como tal. Se convierte en el Gran Río Amazonas con el concurso de más de mil 100 afluentes. ¡Esa es una gran lección para todos nosotros!
Nuestro aporte a la sociedad no es tan pequeño como nos imaginamos. Si miles de nosotros nos proponemos vivir honradamente, hablar con la verdad, respetar nuestros compromisos, obedecer los principios y valores que Dios nos ha dejado en Su Palabra, al final del día, podemos hacer un gran Amazonas. No debemos desanimarnos ni bajar los brazos. El mal no debe reinar. Debemos combatirlo con el bien en todo lugar, precisamente allí donde Dios nos ha puesto.
Si nos proponemos vivir en justicia y en santidad, allí en nuestro hogar, en nuestro vecindario, en nuestro trabajo y en nuestra iglesia; el Padre Celestial nos dice que estamos haciendo lo correcto y que va a apoyar nuestro esfuerzo. Es decir, con la ayuda de Dios podemos hacer que ese pequeño aporte diario de honradez que hagamos, se convierta en una influencia moral y espiritual semejante al caudal del río Amazonas. Así que manos a la obra, ¡comencemos a ser íntegros hoy!
-Carlos H. Suárez
Plan de lectura de la Biblia completa en un año:
Marzo 3, 2019
Números 20-21
Marcos 9:1-29
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