Youtube

CARTAS ABIERTAS

Image result for cartas abiertas

“Ustedes mismos son nuestra carta, escrita en nuestro corazón, conocida y leída por todos. Es evidente que ustedes son una carta de Cristo, expedida por nosotros, escrita no con tinta sino con el Espíritu del Dios viviente; no en tablas de piedra sino en tablas de carne, en los corazones” (2 Corintios 3:2-3).

El apóstol Pablo enseñó que tu testimonio es un evangelio viviente y debe ser intachable, porque los incrédulos te observan con ojos críticos. Pero ¿qué es lo que los incrédulos leen en ti con mayor atención? ¡Tu carácter! El carácter es el motor de tu vida. Allí se definen tus prioridades y valores. Es tu carácter lo que debe estar produciendo los frutos del Espíritu. Debe ser tu carácter la prueba fehaciente de que eres hijo de Dios.

Tu mal carácter es comparable a una carta con errores ortográficos. Tu carácter debe ser un espejo del carácter de Dios. Si no cultivas un carácter santo, amable, tierno, perdonador, compasivo y justo, como el carácter de Jesús, los incrédulos no tendrán interés en conocer a Dios. Por eso es muy importante que trabajes diligentemente en tu forma de ser, no sólo porque eso es bueno para ti mismo y para tus familiares, sino por causa del testimonio a los no creyentes. ¿Será que hay algún familiar o vecino tuyo que no quieren saber nada de Dios ni de la iglesia por tu mal testimonio?

Una vez escuché a una esposa decir: “Mi esposo es un hombre bueno, lo único que lo afea es su mal carácter”. Cotejando este comentario a un dicho popular, se leería así: “Genio y figura hasta la sepultura”. Pues hay muchos hombres y mujeres que han hecho de este dicho popular su propia biblia, porque justifican su mal carácter diciendo que no pueden cambiar y arguyen que así nacieron y así se van a morir.

Tal vez es mejor decir que no quieren cambiar. Lee lo que Dios preguntó a Abraham: “¿Acaso hay algo imposible para el Señor?” (Génesis 18:14ª). La respuesta es un rotundo NO. Si Dios pudo hacer que el vientre estéril de Sara concibiera a un hijo, y Jesús pudo transformar el agua en vino (Juan 2:9), puede empezar a cambiar tu mal carácter hoy mismo. Por lo tanto, permitir que las taras de conducta de tu vida antigua permanezcan en ti, es negar la eficacia del Espíritu Santo. Tú, con la ayuda del Espíritu Santo, debes estar en constante transformación de tu carácter a la imagen del carácter de Cristo.

-Carlos H. Suárez

Plan de lectura de la Biblia completa en un año:

Marzo 5, 2019
Números 24-25
Marcos 10:1-31

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.