EL PODER DE LAS IDEAS

“Los justos podrán tropezar siete veces, pero volverán a levantarse. En cambio, basta una sola calamidad para derribar al perverso” (Proverbios 24:16 NTV).

El canadiense Robert Mundell, Premio Nóbel de Economía en 1999, compartió dos ideas que han mejorado la vida de millones de personas. La primera, él es conocido como el “padre del Euro”, manejado por el Banco Central Europeo (BCE), que ha logrado que todos los países de la Eurozona tengan una política monetaria mejor que la de antes. La segunda, él también es reconocido por ser el arquitecto clave de la reforma en política económica que liberó a EUA de la inflación y la estanflación (inflación alta al mismo tiempo que se estanca la economía), de la década de los setenta.

La tendencia natural es pensar que personas como Mundell son una especie de iluminados, que sólo ellos generan ideas grandiosas. Pero no es así, el éxito no es un don exclusivo para una élite, el éxito es una vocación humana. Nadie es 100 puntos en todo, pero todos somos inteligentes (casi genios) en diferentes áreas. El problema viene cuando queremos imitar el éxito ajeno.

Traigo a colación el ejemplo de Mundell debido a que observo que la situación financiera en la que viven muchos creyentes es preocupante. Sin embargo, no debes afligirte demasiado y entrar en pánico por la crisis económica que se vive. Por el contrario, deseo que te concentres en las buenas semillas (ideas) que Dios ha puesto en tu mente y las dejes germinar. Dios ha hecho que la mente humana sea como una fábrica inagotable de buenas ideas, que no sólo pueden ayudarte a salir airoso de tus problemas actuales, sino que pueden bendecir a muchos otros, como han ayudado a millones las brillantes ideas de Robert Mundell.

Debes erradicar de tu mente pensamientos, tales como: “Yo no soy brillante”. “A mí no se me ocurre nada”. “Todo lo que emprendo me sale mal”. “La situación está de mal en peor”. “Ya no vale la pena poner un negocio”. En la Biblia hay una promesa de la cual debes apropiarte ahora mismo: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:5). Si necesitas una buena idea con urgencia, Dios puede poner pensamientos fértiles en tu mente ahora mismo y hacer que tus finanzas reverdezcan en medio de la sequedad. Si Dios ha dado ideas maravillosas a Robert Mundell, ¿cómo no te dará buenas ideas a ti también?

Por lo tanto, no debes agachar la cabeza y tirar la toalla. No importa cuántas veces te hayan hecho besar la lona, levántate una vez más y sigue adelante con la ayuda de Dios. Hay muchas buenas cosas que Dios todavía quiere hacer contigo. No te pierdas la dicha de ver la mano poderosa de Dios haciendo maravillas de tus propias cenizas. Confía en el Señor, tú eres su hijo amado, no su entenado.

-Carlos H. Suárez

Plan de lectura de la Biblia completa en un año:

Febrero 28, 2019

Números 13-14

Marcos 7:1-23