CITAR LA BIBLIA
"Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo" (Mateo 21:42).
Durante su ministerio público Jesús sostuvo muchos debates públicos. Sus principales oponentes fueron los fariseos y los saduceos. Con relación a la Ley de Dios, los unos le añadían y los otros le restaban. Pero Jesús corrigió a unos y a otros exponiendo correctamente las Sagradas Escrituras.
Jesús autenticó el carácter autoritario de la Biblia en tres formas: Primero, Jesús asentó su conducta moral en las Escrituras. Segundo, Jesús conoció su misión oficial en las Escrituras. Tercero, Jesús se defendió en sus discusiones públicas con las Escrituras.
Citar las Escrituras en un coloquio de amigos, en un foro o en una polémica pública es hacer lo correcto: "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón" (Hebreos 4:12).
Declarar los escritos sagrados infunde fe en los oyentes: "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios" (Romanos 10:17). El Espíritu Santo inspira fe en aquellos que oyen las Escrituras, por eso creamos y no dudemos que cuando exponemos la Biblia, aunque tal vez la mayoría se resista o se burle, alguien va a recibir fe para creer y obedecer lo que ella dice.
Muchos líderes cristianos en la actualidad consideran una acción "políticamente incorrecta" el referir algún principio, recitar alguna poesía o ilustrar algún punto con las historias bíblicas, pero Jesús no lo consideró así, pues está claro que prefirió el escarnio, el suplicio y la muerte antes que avergonzarse de Dios y su Palabra.
-Carlos H. Suárez
Plan de lectura de la Biblia completa en un año:
Febrero 5, 2019
Éxodo 33-34
Mateo 22:15-46
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