¡SE CONFÍA HASTA EL FINAL!
¡SE CONFÍA HASTA EL FINAL!
«En el año treinta y siete del exilio de Joaquín, rey de Judá, Evil-merodac ascendió al trono de Babilonia. El nuevo rey fue bondadoso con Joaquín y lo sacó de la cárcel el 31 de marzo de ese año. Le habló con amabilidad y le dio una posición superior a la de los demás reyes exiliados en Babilonia. Le proporcionó a Joaquín ropa nueva para reemplazar la ropa de prisionero y le permitió comer en presencia del rey por el resto de su vida. Así que el rey de Babilonia le dio una ración diaria de comida mientras vivió. Esto continuó hasta el día de su muerte» (Jer 52:31-34 NTV).
«¡Se confía hasta el final!» Con esas palabras, Nacho Fernández arengaba a sus compañeros de equipo cuando el Real Madrid tenía escasas posibilidades de remontar la serie ante el poderoso Manchester City. Sin embargo, a cinco minutos del final del partido, confiando hasta el final, el Real Madrid convirtió dos goles, y luego, en el tiempo extra, hizo uno más, asegurando su clasificación a la final de la UEFA Champions League 2022, en la cual terminó coronándose como campeón.
Nabuzaradán, capitán del ejército babilonio, destruyó los edificios, las murallas y el templo de Jerusalén. Los hijos del rey Sedequías fueron ejecutados. Al rey Sedequías le sacaron los ojos, le pusieron cadenas de bronce y lo llevaron cautivo a Babilonia, donde murió. Los líderes del país también fueron ejecutados. Un gran número de judíos fueron llevados cautivos a Babilonia. Para los judíos que marcharon al destierro y para los que se quedaron a cuidar los viñedos y olivares, todo parecía perdido, todo era una densa oscuridad y ya no había esperanza de salvación.
Sin embargo, Dios había prometido estar con ellos, bendecirlos en el exilio y hacerlos regresar en paz a Haaretz Israel. Los profetas animaban al pueblo: Jeremías en Judá y Ezequiel en Babilonia. «¡Se confía hasta el final!» Recordemos que no es la fe la que hace milagros, sino Dios. De un momento a otro, bajo la dirección divina sobre el corazón de los reyes, hubo un cambio de gobierno en Babilonia, y el nuevo rey, Evil-merodac, liberó al rey Joaquín, hijo de Joacim, quien llevaba 37 años preso en Babilonia. El rey Joaquín y su familia fueron llevados al exilio en el 597 a.C., durante la segunda deportación de judíos de Jerusalén a Babilonia realizada por Nabucodonosor.
Quiero enfatizar que los hombres y las circunstancias cambian, pero la Palabra del Señor permanece para siempre. Dios hizo un pacto solemne con el rey David, prometiendo que siempre habría un descendiente suyo que se sentaría en su trono. Dios obró un milagro al hacer que el rey Joaquín, descendiente de David, sobreviviera después de estar encarcelado en Babilonia durante casi cuatro décadas, convirtiéndose en uno de los tatarabuelos de Jesús, el Hijo de David (Mt 1:12). ¡Wow! Dios es fiel a su promesa y digno de toda nuestra confianza. Por lo tanto, no dudemos ni un ápice de que la victoria nos pertenece y que debemos confiar en Él hasta el final.
—Carlos Humberto Suárez Filtrín
No hay comentarios
Publicar un comentario