Youtube

REGRESEN AHORA MISMO

REGRESEN AHORA MISMO

«Esto dice el Señor: “Deténganse en el cruce y miren a su alrededor; pregunten por el camino antiguo, el camino justo, y anden en él. Vayan por esa senda y encontrarán descanso para el alma”. Pero ustedes responden: “¡No, ese no es el camino que queremos!”» (Jer 6:16 NTV).

El profeta Jeremías es conocido por su melancolía y llanto, ya que tuvo que pronunciar severas palabras de juicio contra Judá y Jerusalén. Al igual que Isaías profetizó la destrucción de Samaria por los asirios, Jeremías profetizó la caída de Jerusalén a manos de los babilonios. Jerusalén, siguiendo el ejemplo de su hermana Samaria, se destacó en la maldad. En las ‘olimpiadas del pecado’ de su tiempo, Jerusalén ganaría la medalla de oro en todas las disciplinas de iniquidad.

De Jerusalén emanaba la maldad como de una fuente. Sus calles estaban teñidas de rojo, llenas de violencia y destrucción. Todos sus habitantes, desde los niños hasta los ancianos, despreciaban la palabra de Dios y rechazaban cualquier consejo. Los corazones de los líderes y del pueblo en general estaban colmados de avaricia. Los profetas y sacerdotes se habían convertido en una serie de farsantes. La nación entera actuaba como una prostituta desvergonzada que, en lugar de cobrar por sus favores, corría desesperada para pagar a sus amantes y fornicar con ellos.

Sin embargo, Dios, con un corazón lleno de amor y misericordia, instaba tiernamente a su pueblo a arrepentirse de sus malos caminos y regresar al abrazo perdonador de su Creador. Pero la nación, obstinada y rebelde, mordió una y otra vez la mano del Señor que la alimentaba y protegía, rechazó la exhortación de los profetas y persistió en sus vicios y conducta disoluta.

La noticia prominente para hoy es: Dios te ama intensamente y anhela tu regreso a casa. El famoso teólogo alemán Martín Lutero dijo: «La capacidad limitada del corazón humano no logra comprender la profundidad insondable y el celo ardiente del amor de Dios hacia nosotros». A Dios no le importó morir para abrazarte, besarte y perdonarte. Te animo a que te levantes y regreses al abrazo de tu Padre Celestial hoy mismo.

—Carlos Humberto Suárez Filtrín

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.