PROTECCIÓN 24/7
PROTECCIÓN 24/7
«Levanto la vista hacia las montañas; ¿viene de allí mi ayuda? ¡Mi ayuda viene del Señor, quien hizo el cielo y la tierra! Él no permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá. En efecto, el que cuida a Israel nunca duerme ni se adormece. ¡El Señor mismo te cuida! El Señor está a tu lado como tu sombra protectora. El sol no te hará daño durante el día, ni la luna durante la noche. El Señor te libra de todo mal y cuida tu vida. El Señor te protege al entrar y al salir, ahora y para siempre» (Sal 121 NTV).
Estos cánticos espirituales solían ser entonados por los peregrinos que subían a Jerusalén para celebrar juntos, en armonía, el amor inagotable y las innumerables bendiciones de Yahweh, el Dios de Israel. El Señor, creador del cielo y la tierra, ayuda a su pueblo en todo y lo guía correctamente para que no tropiecen en su camino por la historia.
Dios se toma muy en serio el cuidado de su pueblo, pues lo hace personalmente. Además, es una protección divina 24/7, es decir, las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana. Así como la sombra acompaña al cuerpo todo el tiempo y en todo lugar, como una ‘sombra protectora’ ha prometido el Señor acompañar a su pueblo. Israel nunca andará solo y jamás podrá separarse de los tiernos cuidados de Dios.
En su travesía por el desierto, la presencia de Dios se manifestó a su pueblo amado en forma de nube durante el día y en forma de columna de fuego durante la noche. La nube los protegía del furor de los rayos ultravioletas del sol, brindándoles sombra y frescura para trabajar y descansar con alegría. Y la columna de fuego los iluminaba, los abrigaba y espantaba a las fieras salvajes durante la noche, otorgándoles seguridad y paz en sus tiendas.
Si andamos en los buenos, agradables y perfectos propósitos de Dios, Él cuidará nuestra salida y nuestra entrada todos los días, desde ahora y hasta el final de los tiempos, porque el que hace la voluntad de Dios es exitoso en todos sus caminos y permanece para siempre. El reconocido poeta estadounidense Eugene Peterson dijo: «Cada paso que damos, cada respiro que inhalamos, sabemos que somos resguardados por Dios, que Él nos acompaña y que Él nos gobierna. Por lo tanto, no importa qué dudas soportemos o qué accidente experimentemos, el Señor nos guarda de todo mal y cuida nuestra vida misma».
—Carlos Humberto Suárez Filtrín
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