GLORIA FUTURA DE JERUSALÉN
«¡Levántate, Jerusalén! Que brille tu luz para que todos la vean. Pues la gloria del Señor se levanta para resplandecer sobre ti. Una oscuridad negra como la noche cubre a todas las naciones de la tierra, pero la gloria del Señor se levanta y aparece sobre ti. Todas las naciones vendrán a tu luz; reyes poderosos vendrán para ver tu resplandor. ¡Levanta los ojos, porque todo el mundo vuelve a casa! Tus hijos llegan desde tierras lejanas; tus hijas pequeñas serán traídas en brazos. Resplandecerán tus ojos, y tu corazón se estremecerá de alegría porque los mercaderes del mundo entero vendrán a ti. Te traerán las riquezas de muchos países. Enormes caravanas de camellos convergerán en ti; los camellos de Madián y de Efa. Los habitantes de Saba traerán oro e incienso y vendrán adorando al Señor. A ti te serán dados los rebaños de Cedar, y los carneros de Nebaiot serán traídos para mis altares. Aceptaré sus ofrendas y haré glorioso mi templo» (Is 60:1-7 NTV).
—Isaías, profeta del Altísimo
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