Youtube

ASIRIA Y EGIPTO PARA CRISTO


«Pues el Señor de los Ejércitos Celestiales dirá: "Bendito sea Egipto, mi pueblo; bendita sea Asiria, la tierra que yo hice; bendito sea Israel, mi posesión más preciada"» (Is 19:25 NTV).

Esta profecía que proclamó Isaías es realmente grandiosa y habla muy bien del carácter amoroso y perdonador de Dios. En aquel día, cuando Jesús de Nazaret, el Retoño del linaje de David, reine sobre la tierra, se formará un eje de tres naciones que promoverá el conocimiento y la adoración a Dios: Israel al centro, Asiria al norte y Egipto al sur. La movilización entre estos países será multitudinaria, fluida y libre, porque una súper carretera las va a conectar. Egipto y Asiria eran pueblos enemigos de Dios, que saquearon y esclavizaron cruelmente a Israel.
Así que, cuando Isaías declaró esta palabra en el siglo VIII a. C., se oyó muy interesante pero muy improbable. Aún en nuestros días estas palabras suenan poco factibles, porque las naciones modernas que están situadas en los territorios de la antigua Asiria (norte de Irak, sudeste de Turquía, noreste de Siria y noroeste de Irán) y Egipto, son países enemigos acérrimos al evangelio de Jesucristo. Sin embargo, Jesús afirmó que el Espíritu de Dios se mueve como el viento, no sabemos de donde viene ni a donde va, pero ahí va soplando vida y salvación a todos los pueblos del orbe. Contra todo pronóstico, cinco ciudades de Egipto seguirán al Señor, comenzarán a hablar hebreo y edificarán un altar al Señor en el corazón del país.
Dios aborrece la incredulidad y la idolatría de las naciones, pero ama compasivamente al pecador, sea este asirio, egipcio o israelita. Por lo tanto, debemos cantar al Señor, bendecir su nombre, anunciar de día en día su salvación, proclamar entre las naciones su gloria y en todos los pueblos sus maravillas (Sal 96:2-3). Todos los habitantes del planeta deben de saber que YHWH es grande y digno de suprema alabanza. Oremos, pues, para que los hijos de la luz que viven actualmente en esos países, brillen con la luz de Cristo y hagan que esta profecía se haga pronto una realidad.
—Carlos Humberto Suárez Filtrín

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.