LA SEDUCCIÓN DEL PODER
“Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente” (Mateo 20:26 NTV).
Lord Acton, historiador y político inglés, dijo: “El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”. La Biblia enseña que el poder, ya sea económico, político y/o religioso, tiene un efecto corrosivo mucho más potente que la soda cáustica, en el propio individuo y en las personas que le rodean. El mismo Lucifer (“portador de luz”), cuando se vio a sí mismo con enorme poder angelical, como el querubín grande y protector del monte santo de Dios, se corrompió y se convirtió en Satanás (“adversario”), arrastrando en pos de su rebeldía a la tercera parte de los ángeles del cielo.
¿Habrá algún ser humano sobre la tierra al cual no le seduzca el poder? En Guatemala se dice que todo líder debe cuidarse de tres pes muy peligrosas y dañinas: Poder, Patojas (mujeres) y Pisto (dinero). Y en ese orden, porque el que ostenta el poder, consigue con facilidad mujeres y dinero. Ahora bien, muchos argumentan que el poder es bueno y necesario para influenciar al gobierno y transformar la sociedad, pero eso no fue lo que enseñó Jesucristo.
Jesús es la medida del ser humano. Jesús es el líder perfecto y digno de ser imitado por todos los líderes de la tierra. Jesús no ambicionó ninguno de los poderes de este mundo. La autoridad de su enseñanza, la cual no tenían ni los escribas ni los doctores de la ley, provino de las virtudes de su carácter y no de su capacidad financiera, ni de su posición como rabino, ni de su influencia política. Su poder, seductor e irresistible como un fuego consumidor, consistía en su genuino amor por las personas y su profunda vocación de servicio. Su kerigma fue respaldado y adornado con mansedumbre y humildad, virtudes características de un líder conforme al corazón de Dios.
Pero ¿quién en la actualidad quiere ser manso, humilde y servir a los demás? Tú sirve a Dios y a los demás allí donde Dios te ha puesto. El que sirve, sirve. El creyente que manda como César y no sirve como Cristo, no sirve. Medita en las palabras de este aforismo: “Los niños quieren ser hombres, los hombres quieren ser reyes y los reyes quieren ser dioses. Sólo Dios quiso ser niño”.
-Carlos H. Suárez
Plan de lectura de la Biblia completa en un año:
Mayo 21, 2019
1 Reyes 12-13
Juan 7:32-53
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