¿A QUIÉN DARÉ MI VOTO?

"Por tanto, hermanos, escoged de entre vosotros siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea" (Hechos 6:3 LBLA).

Como la iglesia de Jerusalem crecía, fue necesario incrementar el número de servidores, por lo tanto los apóstoles ordenaron a los discípulos elegir siete diáconos con las siguientes cualidades de carácter: buena reputación, llenos del Espíritu Santo y sabiduría.

Si fue necesario buscar con diligencia las cualidades morales de los que iban a gobernar la iglesia, ¿cuánto más esmero y aplicación se necesitan para elegir a los que gobernarán a la nación? Analicemos brevemente los requisitos:

1. De buena reputación. No vote por un candidato al que se le acusa de corrupto, borracho, mujeriego o gay. Un hombre que no sabe gobernarse a sí mismo, no puede gobernar su hogar y, mucho menos, a la nación entera.

2. Lleno del Espíritu Santo. Aunque no sea cristiano, busque un candidato temeroso de Dios y de su Palabra. Dostoyevski, dijo: "Si Dios no existe, todo está permitido". Un gobernante que no teme a Dios permitirá el asesinato de niños (aborto), matrimonio del mismo sexo y promoverá la nefasta ideología de género, porque para él no hay nadie ante quien rendir cuentas.

3. Sabiduría. Esta cualidad es la facultad de las personas para actuar con sensatez, prudencia o acierto. Si un candidato no ha sido sabio en dirigir y proteger prioritariamente su propia familia, su propia empresa y/o alguna otra dependencia, no lo premie dándole el gobierno de la nación.

Que no hayan muchos candidatos con estas cualidades no es su culpa. Si elige alguien que no tiene buena reputación, no teme a Dios y que no tiene sabiduría, es su culpa. No vote irresponsablemente. No financie con su voto la destrucción de la moral y de las libertades su país.

-Carlos H. Suárez

Plan de lectura de la Biblia completa en un año:

Mayo 24, 2019
1 Reyes 18
Juan 8:48-9:12