HONESTIDAD

“Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas” (Eclesiastés 5:5).

Marcus Atilius Regulus fue un valiente general romano de origen plebeyo y famoso por su honestidad. En una de las guerras púnicas fue hecho prisionero por los cartagineses. Después de pasar cinco años en prisión, las autoridades de Cartago le hicieron una propuesta: “Ve a Roma y convence a tus autoridades de hacer la paz. Pero, debes prometernos que, si tu gente no quiere hacer la paz, tú regresarás a esta prisión”.

Al llegar a Roma, Regulus fue recibido con alegría y pompa. Cuando se presentó ante las autoridades les pidió que hagan la paz con Cartago, pero les aconsejó que era mejor continuar la guerra porque corrían rumores que los romanos iban ganando terreno y los cartagineses estaban atemorizados. Entonces los romanos resolvieron continuar la guerra, a lo que Regulus les informó que debía regresar a su prisión.

Regulus continuó diciendo: “Yo prometí volver a mi prisión en Cartago si ustedes resolvían no hacer la paz. Pero ustedes deben continuar la guerra, pues pronto Cartago caerá en sus manos”. Las autoridades romanas, su esposa y sus hijos trataron de detenerlo en Roma, pero él les contestó: “yo debo cumplir mi promesa, debo regresar a mi prisión en Cartago, sin importar lo que allí me espere. Siempre he pensado que, si prometo algo, debo de cumplirlo”.

Regulus regresó a Cartago donde fue puesto de nuevo en prisión y luego condenado a una muerte cruel. Ahora bien: ¿Qué te parece la honestidad de este militar “politeísta”? Si este general impío tenía en tan alto concepto la honestidad, ¿cómo crees que debe ser entonces la ética del cristiano? Mira, en el Nuevo Testamento Santiago exhortó que el hablar de los creyentes sea veraz: “…que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no” (Santiago 5:12). Así que, si no hablas con honestidad, no eres cristiano de verdad.

-Carlos H. Suárez

Plan de lectura de la Biblia completa en un año:

Abril 12, 2019
Jueces 13-14
Lucas 12:1-21