DESTINADOS AL ÉXITO

“Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones” (Jeremías 1:5).

Jeremías fue uno de los grandes profetas de Israel, enérgico pero trágico. Su nombre significa “Dios exalta”. Jeremías proclamó juicios y catástrofes de parte de Dios, pero también la promesa de restauración. Jeremías vio como Nabucodonosor invadió Jerusalén en tres oportunidades: en el 605 a.C cuando Daniel y sus amigos fueron llevados cautivos, en el 597 a.C cuando Ezequiel fue llevado cautivo y en el 586 a.C cuando Nabucodonosor llevó cautivos a miles de judíos a Babilonia, saqueó y destruyó el Templo, y devastó por completo la ciudad de Jerusalén.

Los últimos reyes de Judá acusaron falsamente, persiguieron, azotaron cruelmente y encarcelaron al profeta Jeremías. Pero, a pesar de que nunca vio frutos de su predicación y que toda su carrera estuvo marcada por el sufrimiento emocional  y físico, ¡Jeremías fue fiel al propósito de Dios para su vida!

En su famoso poema “En paz”, el escritor mexicano Amado Nervo escribió unos pensamientos muy interesantes:

“Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que, si extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: cuando planté rosales, coseché siempre rosas”.

Pero ¿crees tú que Dios espera que seas el arquitecto de tu propio destino? Pues el versículo de hoy nos dice lo contrario. Fue Dios quien bordó el destino de Jeremías mucho antes que fuese concebido en el vientre de su madre. Y no sólo a Jeremías, Dios también diseñó un plan maravilloso para Juan el bautista y Jesús de Nazaret. Jeremías es un ejemplo de éxito para todo cristiano en la actualidad, porque su éxito consistió en hacer la voluntad de Dios. ¿Quieres que tu nombre sea recordado por la eternidad? ¡Ya sabes qué hacer!

-Carlos H. Suárez

Plan de lectura de la Biblia completa en un año:

Abril 6, 2019
Jueces 1-2
Lucas 9:10-36