Youtube

UN DIOS QUE DERRAMA AMOR Y ESPÍRITU

💞 UN DIOS QUE DERRAMA AMOR Y ESPÍRITU

«Después de estas cosas derramaré mi espíritu sobre toda la humanidad: los hijos e hijas de ustedes profetizarán, los viejos tendrán sueños y los jóvenes visiones» (Joel 2:28 DHH).

El profeta Joel es uno de los doce profetas menores del Antiguo Testamento, pero su mensaje tiene una grandeza que trasciende el tiempo. El significado de su nombre es profundamente revelador: «Yahweh es Dios», una confesión breve pero cargada de verdad y poder. Aunque los datos sobre su vida personal son escasos, se cree que Joel era originario de Judá y que ejerció su ministerio principalmente en Jerusalén, pues hace frecuentes referencias a la ciudad, al templo y al culto.

Al igual que los demás profetas de Israel y Judá, Joel proclamó un mensaje que, aunque repetido, era vital: amar a Dios sobre todas las cosas, ser fieles al pacto sellado en el Sinaí, apartarse de los ídolos y de los cultos paganos, practicar la justicia, abandonar la violencia y confiar únicamente en el Señor. De lo contrario, el juicio divino sería inevitable. La historia confirma la dureza de corazón del pueblo: Israel fue llevado al exilio en Asiria y Judá fue deportado a Babilonia. El mensaje profético no fue atendido, y las consecuencias fueron devastadoras.

Pero la gracia de Dios nunca se agotó. Aquí surge una pregunta sorprendente: ¿por qué el Señor insiste en tratar con un pueblo idólatra y rebelde, con una humanidad incrédula y perversa, prometiendo incluso derramar su Espíritu sobre ellos? La respuesta es gloriosa: porque Dios es así, porque ama hasta el final. Su fidelidad supera la infidelidad humana, y su misericordia siempre va más allá de lo que merecemos.

La profecía de Joel se cumplió de manera inicial y gloriosa en el día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo descendió sobre los primeros discípulos. Sin embargo, su cumplimiento no se limita a un solo acontecimiento histórico: durante más de dos mil años, la promesa se ha renovado cada vez que un pecador se arrepiente, cree en Jesucristo y es sellado con el Espíritu Santo. El fluir de esta promesa es inagotable, y su alcance es universal: hijos e hijas, ancianos y jóvenes, siervos y libres, todos pueden ser recipientes del Espíritu.

La noticia prominente de hoy es esta: Dios te ama inmensamente y desea derramar su Espíritu sobre ti. Solo debes creer en Jesús como tu Salvador y confesarlo con tu boca como tu Señor. Los padres terrenales nos dieron dádivas valiosas —pan, abrigo y cuidados—, pero nuestro Padre celestial nos ofrece algo infinitamente superior: su propio Espíritu. ¿Podría existir un regalo más valioso, una herencia más gloriosa o una promesa más cierta que esta?

El mensaje de Joel nos recuerda que, aunque el pecado del ser humano sea grande, la gracia de Dios es mayor; y que, aunque el corazón del hombre sea rebelde, el amor divino siempre busca restaurar, perdonar y renovar.

—Carlos Humberto Suárez Filtrín

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.