CONSAGRACIÓN
CONSAGRACIÓN
«¿Señor, ¿quién puede adorar en tu santuario? ¿Quién puede entrar a tu presencia en tu monte santo? Los que llevan una vida intachable y hacen lo correcto, los que dicen la verdad con corazón sincero» (Sal 15:1-2 NTV).
Cuando oyes o lees la palabra «avivamiento», ¿qué pensamientos se te vienen a la mente? Según tu conocimiento de las Escrituras, ¿en qué consiste el «avivamiento» y cómo se puede provocar uno? ¿Cuáles crees que son las características que identifican a un «avivamiento» genuino? Hasta donde tú sabes, ¿cuáles son los beneficios que produce un «avivamiento» en el creyente y en el pueblo de Dios en general?
El Salmo 15 fue escrito por el rey David y es un cántico de avivamiento espiritual. David fue un hombre que temió a Dios desde su juventud y llevó una vida intachable. Fue llamado el varón «conforme al corazón de Dios» y afamado como el «dulce cantor de Israel». David experimentó lo maravilloso que es estar en la presencia de Dios porque entró en su santuario para adorarlo. David está convencido de que un «avivamiento» espiritual es lo que todo hombre necesita.
El término «avivamiento» no se menciona en este salmo, pero es exactamente de lo que David está hablando. El «avivamiento» es el despertar espiritual que experimenta el individuo ante la realidad de que Dios existe. Este encuentro personal con el Dios Creador y Sustentador de todo el Universo provoca una conversión moral profunda y radical en el adorador. Ningún ser humano que entra en la presencia de Dios permanece igual.
David enseña que el «avivamiento» consiste en una transformación profunda del corazón y la mente, que se manifiesta en una vida intachable. El adorador cae estupefacto ante la santidad de Dios y quiere reflejar esa misma santidad en su propio carácter: hablando con veracidad, tratando a los demás con caridad, manejando sabiamente sus finanzas, despreciando a los pecadores descarados y honrando a los que siguen fielmente al Señor.
D. L. Moody dijo una vez: «El mundo todavía no ha visto lo que Dios puede hacer con un hombre completamente consagrado a Él». Por la gracia de Dios, Moody fue ese hombre que se consagró completamente a Dios y experimentó un «avivamiento» espiritual. Predicó a Cristo con tal pasión que, en toda su generación, no hubo otro predicador que llevara a más personas a los pies de Cristo como él. Dios te está invitando a ser ese hombre completamente consagrado a su voluntad, que lleve a su generación hacia un auténtico «avivamiento» espiritual.
—Carlos Humberto Suárez Filtrín
No hay comentarios
Publicar un comentario