PELIGRO DE EXTINCIÓN

PELIGRO DE EXTINCIÓN 

«"Oh Señor, Dios de Israel—clamaban—, ¿por qué ha sucedido esto en Israel? ¡Ahora Israel ha perdido una de sus tribus!"» (Jue 21:3 NTV).

Durante el período de los Jueces, el pueblo de Israel naufragó en la historia debido a su desconexión moral y espiritual de Dios y su Ley. Cuando una nación desecha el temor a Dios y desobedece su Palabra, abre las puertas de su destino a la maldición y se desata el caos. Los capítulos finales del libro narran la trágica guerra entre hermanos israelitas, que culminó en un deplorable genocidio benjaminita. Un baño de sangre tiñó ese día de luto, con cuarenta mil treinta israelitas y veinticinco mil benjaminitas pereciendo en batalla, además de la masacre de gente y animales en ciudades y aldeas.

Solo seiscientos hombres de la tribu de Benjamín sobrevivieron, refugiándose en la roca de Rimón durante cuatro meses. La prohibición de dar en matrimonio a sus hijas a benjaminitas llevó a la nación a llorar amargamente, creyendo que la tribu se había extinguido. Decidieron entonces castigar a los moradores de Jabes de Galaad por no apoyar la lucha contra Benjamín, dejando cuatrocientas doncellas para matrimonio y permitiendo a los doscientos restantes tomar mujeres durante una celebración en Silo.

Como dijo una vez RC Sproul: "El engaño fundamental de Satanás es la mentira de que la obediencia nunca traerá felicidad". La historia de Israel fue paradójica: con leyes santas se comportaron peor que los paganos sin ley, llamados a ser luz pero caminando en oscuridad, conocieron a Dios pero actuaron como ateos, y escogieron cadenas a pesar de la libertad ofrecida. William Law afirmó: "De verdad podemos descansar en la seguridad de que nada nos daña o destruye excepto el mal uso del libre albedrío que Dios nos ha dado. Elegir una vida aparte de la de Dios es elegir la muerte".

La noticia importante es que Dios ha trazado un plan magnífico para tu vida, pero te ha dado la libertad de aceptarlo o rechazarlo. Su plan es bueno, agradable y perfecto; si lo sigues, vivirás eternamente, pero si lo rechazas, tu nombre desaparecerá de la historia como letras en la arena. ¿Cuál es tu elección?

—Carlos Humberto Suárez Filtrín