AMOR INEXPLICABLE
Cuando el cristianismo dice que Dios ama al hombre, quiere decir precisamente eso: que Dios ama al hombre, no que tiene una preocupación algo “desinteresada” —por serle indiferente— por nuestro bienestar, sino porque somos en verdad de una manera terrible y sorprendente, objetos de su amor.
Quería un Dios amoroso, ahí lo tiene. El gran espíritu al que invocó tan livianamente, “el señor de aspecto terrible”, está presente; no una benevolencia senil que a modo somnoliento le desea que sea feliz a su manera, no la fría filantropía del juez escrupuloso, ni el cuidado de un anfitrión que se siente responsable de la comodidad de sus invitados, sino que el fuego consumidor mismo, el amor que hizo los mundos, persistente como el amor del artista por su obra y despótico como el amor de un hombre por su perro; prudente y venerado, como el amor de un padre por su hijo; celoso, inexorable y exigente, como el amor entre ambos sexos.
Cómo es que esto sucede, no lo sé; el por qué cualquier criatura —para qué decir criaturas como nosotros— habría de tener un valor tan prodigioso a los ojos de su creador, supera a la razón.
— C. S. Lewis
Plan de lectura de la Biblia completa en un año:
Mayo 5, 2019
2 Samuel 9-10
Lucas 23:50-24:12
No hay comentarios
Publicar un comentario